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28/10/2008 - 21:38 | Tiempo de lectura: 2:20 min.

Viento de proa para Argentina

Leonardo Diestepor Leonardo Dieste

La agudización de la crisis financiera internacional está poniendo en jaque a la economía argentina, lo que se refleja en la disparada que está registrando el riesgo país. A mediados de noviembre, este indicador se ubicaba en un valor cercano a 2.000 puntos -similar al que alcanzaba en octubre de 2001-, más que cuadruplicando el nivel en que se situaba a fines de junio de este año (462 puntos).  

Ante el colapso del crédito a nivel global y  la caída en picada del precio de las materias primas, el Senado argentino aprobó el mes pasado el proyecto de la presidenta Cristina Fernández de  estatización de los fondos de pensión privados, que según la opinión de la mayoría de los analistas, es el último recurso con que cuenta el gobierno argentino para no declararse en cesación de pagos por segunda vez en una década.

El país vecino deberá hacer frente el año próximo a pagos por amortización e intereses de deuda por US$ 20.000 millones y no contaba con los recursos necesarios ni con la posibilidad de acceder a financiamiento externo. La nacionalización de las AFJP le permitirá acceder a un fondo de US$ 24.000 millones, sumado a US$ 4.000 millones que aportarán por año los ex afiliados a las AFJP.

Viento en contra.  Desde el año 2002, los precios de las materias primas registraron un crecimiento sostenido y la suba se hizo aún más pronunciada entre agosto de 2007 y julio de este año. Esta situación permitió que Argentina incrementara su producto a tasas cercanas a  dos dígitos, con el sector exportador como motor de la economía. Durante estos años de bonanza, el gobierno argentino exhibió un importante superávit fiscal –a pesar de haberse mostrado generoso con el gasto público–  basado en las retenciones que le aplica a las exportaciones de origen agrícola, y en la disminución del peso de la deuda pública después de la declaración del cese de pagos a principios de 2002.

Pero la situación favorable vivió Argentina no fue aprovechada para intentar un acuerdo con los acreedores que no habían aceptado el canje alcanzado en 2005, que implicó una quita de 75% a los tenedores de bonos. En tanto que a fines de ese año, las autoridades argentinas  comunicaron la decisión de cancelar la deuda que mantenía con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Desde ese momento, en cada oportunidad que se le presentó, el gobierno fustigó a ese organismo multilateral de crédito.

En los últimos días, el director del FMI, Dominique Staruss-Khan, anunció la flexibilización de los requisitos para el otorgamiento de financiamiento a países en dificultades a raíz de la crisis internacional, pero se encargó de excluir a Argentina de la posibilidad de recibir ayuda del organismo en el futuro.

A la imposibilidad de obtener créditos del FMI, se le agregaron dos problemas. Por un lado, el derrumbe del precio de los granos, y en especial la soja que perdió 48% de su valor en los últimos cuatro meses. Por otra parte, la baja del precio del petróleo no permitirá que Argentina obtenga financiamiento de Venezuela, como lo ha hecho en los últimos años.

Cuando ellos tienen gripe.... En comparación con el año 2001, disminuyó la exposición a un shock negativo para la economía uruguaya proveniente de Argentina. Los depósitos de no residentes en la plaza financiera local –que en su mayoría corresponden a argentinos–alcanzaban ese año a algo menos del 50% del total de las colocaciones, mientras que en la actualidad se ubican en poco más del 20%.

Por otra parte, la participación de las exportaciones con destino a Argentina en el total de las ventas al exterior también disminuyó de 15% en 2001 a 8,4% en los doce meses cerrados a setiembre.

Sin embargo, la importancia de las exportaciones hacia el país vecino viene dada por estar constituidas por bienes con altos niveles de valor agregado –por ejemplo prendas de vestir– que  resultan muy difíciles de colocar en otros mercados. Por otra parte, si bien se redujo el peso de los visitantes argentinos en el total de turistas que viajaron a Uruguay en los últimos años, continúan siendo por lejos el principal contingente de extranjeros que arriban al país, y por lo tanto, una crisis profunda en Argentina afectaría de manera importante los ingresos por turismo.

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